Usted está aquí

Inicio / Actualidad / Noticias / Eduardo Vélez, docente de la Escuela de Posgrados, es un Personaje del año en Colombia

Eduardo Vélez, docente de la Escuela de Posgrados, es un Personaje del año en Colombia

Foto: Eduardo Vélez, docente de la Escuela de Posgrados.

El Mayor Eduardo Vélez Soto vive hace más de 15 años en Santa Marta, trabajando como director de la Defensa Civil en varios Departamentos de la Región Caribe y ahora viene a Popayán como profesor de la Especialización en Gestión del Riesgo de Desastres de la Escuela de Posgrados de la Uniautónoma del Cauca, pues dice que una de las cosas que más le gusta es enseñar “y, sobre todo, enseñar a salvar vidas”.

En 2016 obtuvo un reconocimiento de la Presidencia de la República como Empleado Público Destacado, por la respuesta a emergencias y a los productos entregados como director de la Defensa Civil, lo que le valió también para ser nombrado una de las figuras del año por la comunidad mundial de la gestión del riesgo y Personaje del Año en Santa Marta y el Magdalena -elegido a través de una encuesta realizada en la web de un medio local-.

El Profesor Eduardo es ingeniero de la Escuela Militar de Cadetes José María Córdoba, donde hizo prácticas en la construcción de carreteras, puentes y aeropuertos. Estudió una especialización en Derecho Internacional Humanitario -en la Universidad Militar- y durante casi 20 años estuvo recorriendo la geografía nacional con ingenieros militares que apoyaban a las comunidades en situaciones de emergencia o desastre. Cuando cumplió su servicio en el Ejército pasó a la Defensa Civil Colombiana, donde se capacitó en temas de gestión del riesgo y le permitieron estudiar la especialización en Prevención, Reducción y Atención de Desastres de la Universidad Católica de Manizales.

Lo de ser personaje destacado también tiene que ver mucho con sus deseos de mantenerse actualizado en aspectos académicos: hizo curso en Gestión de Riesgo y Desarrollo Local Sostenible en el Centro de Capacitación de las Naciones Unidas en Turín y otros en Resiliencia Comunitaria y Gestión del Riesgo en Japón (en Kobe y Sendai). En Taiwan se capacitó en Cambió Climático, en China en Atención de Emergencias por Sismos y en Korea en Gestión del Riesgo y Atención a la Comunidad. En España, con apoyo de la Protección Civil, estudió sobre el fortalecimiento de la Resiliencia en las ciudades y en Washington DC., en la Universidad de Maryland, hizo un diplomado sobre Atención de Emergencias en Crisis. Obviamente en Colombia ha tenido múltiples capacitaciones en la gestión de riesgos y desastres, especialmente sobre manejo de emergencias en la preparación para la respuesta en temas de protección civil.

Eduardo estuvo en las emergencias invernales de Mocoa y Magdalena, y esas experiencias lo han convencido de que la gestión del riesgo se tiene que volver hacia la comunidad: “las personas deben estar fortalecidas en la gestión de riesgo de desastres, así que mis estudiantes deben aprender haciendo, siguiendo una secuencia guiada hacia la realidad, lo que en el ámbito de la gestión del riesgo llaman simulación de un proceso de acción continuada, desde lo básico hasta el manejo mismo de los desastres”.

Mientras fungía como director de la Defensa Civil fundó la Corporación Promotora de Resiliencia Comunitaria, Corporesiliencia, entidad que este año ganó el Premio Internacional de Buenas Prácticas en Resiliencia Comunitaria con el proyecto Campamento de Resiliencia para Niños, en el marco de la VI Plataforma Regional de Gestión del Riesgo de las Naciones Unidas, evento organizado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Oficina Regional de las Américas y la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia.

El profesor recuerda que en esa convocatoria participaron países de toda América Latina y habían 165 proyectos finalistas. Para los delegados de la ONU la idea de Corporesiliencia fue mejor por su innovación, creatividad e impacto social: “en el campamento formamos 'influencers', creamos líderes sociales para que, mientras se convierten en adolescentes, sean promotores de la gestión del riesgo de desastres en su barrio, en su equipo de fútbol o en su salón de clases. Hay que hacer coaching y marketing del tema, porque nos compete a todos”, asegura.

También enfatiza en que la calidad de la respuesta está en sincronía con la calidad de la estrategia diseñada para mitigar el riesgo: “si hay una buena estrategia se puede dar buena respuesta, pero la estrategia está ligada a aspectos financieros, de planificación y reconocimiento, entre otras cosas que nos hace analizar si las estrategias hoy en día en Colombia son fuertes para enfrentar los desastres. Por eso hay que incluir a las comunidades, porque definitivamente el riesgo es un producto social, y como tal sus principales actores deben influir en la parte de la organización, planificación, aspectos monetarios y en la distribución y vigilancia de los recursos. Cuando se logre tener ese tema consolidado en colombia, muy seguramente el impacto en la reducción de riesgos va a ser bastante alto”.

Sin embargo reconoce que en el bloque de las Américas y el Caribe el país está en la avanzada, porque tiene una normatividad establecida -la Ley 1523- y un sistema con experiencia: “antes de lo corrido en Sendai, Colombia ya trabajaba en formular leyes para atender desastres. Además aquí se creó la Unidad Nacional del Riesgo, entidad que formó grupos de trabajo y diseñó una caja herramientas para el manejo de los desastres, compuesta por documentos guía para el manejo de estos”.

Compartir en: