“Los Estados están privilegiando ciertas formas de hacer investigación”. Memorias de una visita mexicana (I)

Foto: “Los Estados están privilegiando ciertas formas de hacer investigación”. Memorias de una visita mexicana (I)
La Corporación Universitaria Autónoma del Cauca atendió la estancia académica de los docentes mexicanos Rosa Isela García Herrera y Rogelio Mendoza Molina, una invitación que se dio gracias al contacto que hizo el docente investigador Uniautónomo Wilson Noé Garcés, que llegaba de su pasantía doctoral en la Universidad Metropolitana de Azcapotzalco. Cuando los tuvo como profesores pensó que sería importante aprovechar todo lo que saben para integrar el pensamiento que sobre la educación superior tiene el estudiante de esta región colombiana con otros a nivel latinoamericano.
Rosa Isela es socióloga de la Universidad Veracruzana, máster en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Tlaxcala y PhD. en Estudios Organizacionales de la Universidad Autónoma Metropolitana. Su trabajo está dirigido hacia la formación docente en ámbitos de la Educación Superior y aceptó venir a Popayán sin dudarlo, porque piensa que hay muchos contenidos para compartir y muchas ventanas que se pueden explorar en conjunto, para planear la educación para la investigación y profundizar realmente en asuntos que nos preocupan bilateralmente.
“Las realidades de Colombia y México son muy parecidas y los problemas son compartidos. Las experiencias de investigación hacen parte de una problemática cuando desde las aulas planteamos formar investigadores y no tenemos recursos para que los estudiantes comprendan la investigación como una actividad humana para reflexionar, que no se hace desde un escritorio o desde la simple instrumentación práctica, sino desde la profundización de la misma acción humana que nos permite construir nuevas formas de vivir y nuevos estilos para organizarnos en la sociedad. Y como está permanentemente en proceso, la investigación se debe analizar desde el efecto relacional, porque se construye a la par de la gente que nos provee de conocimientos y con esos pensamientos diferentes se puede reflexionar de otra manera”.
Hoy por hoy la profesora trabaja en investigación cualitativa, una labor que produce datos testimoniales y experiencias personales muy enriquecedoras. Cuenta que la realidad que investigan los maestros, tiene que ver no sólo con procesos de aprendizaje y enseñanza, sino también con procesos organizativos que muestran cómo las directrices institucionales, los docentes y los insumos que usan producen determinadas realidades: “la investigación es la oportunidad para que el investigador alcance datos susceptibles de ser interpretados e intervenga, porque un profesor debe ser empático con su realidad, tener sensibilidad para captar la diversidad y las problemáticas del entorno y los contextos. La investigación debe cambiar el paradigma, romper la fragmentación y los campos aislados, para producir otro tipo de relaciones y pensar qué tipo de mundo se está produciendo”.
Actualmente directora de la Universidad Pedagógica de Tlaxcala -con 14 años de experiencia docente-, Rosa Isela cree que los Estados, a través de sus políticas públicas, están privilegiando ciertas formas de hacer investigación: “al Estado le interesa cuantificar y medir resultados a corto plazo, una práctica que dista de la intencionalidad que tienen las universidades, especialmente las que hacen investigación social o tienen carreras de investigación social, tal vez porque sus desarrollos no tienen efectos inmediatos en las pretensiones estatales y porque no hay un criterio para medir la investigación administrativa o literaria, por ejemplo. Pero las universidades no deben dejar de investigar, la realidad está allí para consultarla y si no se investiga se limita de alguna manera el rol social que tiene la Universidad para poder dar cuenta de la realidad, esa que se aprecia en las redes, los congresos, las revistas y toda esa producción, qué sirve de base para que las personas tomen una idea más profunda de lo que está pasando”.
Critica que las universidades hayan apostado a la Norma ISO como si fuera un método científico o un manual metodológico, porque no se están formando investigadores sobre la lógica de la práctica investigativa sino desde esa formalidad: “ha aparecido una paradoja algo increíble: se forma a los investigadores sin hablar de investigación, desde la formalidad del método pero no desde los procesos cotidianos de las personas que se enfrentan a situaciones difíciles de comprender; se puede pensar que al cumplir los pasos del método y los procedimientos estandarizados es posible acercarse a la realidad, pero al final de los procedimientos formales la realidad queda intacta”, afirma.
Pero no es la única problemática que resalta sobre la investigación en las instituciones de educación superior latinoamericanas, y recuerda que la pretensión de la objetividad en el trabajo científico se resuelve, actualmente, de manera ingenua, suponiendo que el científico es una persona especial que no tiene intereses personales: “no se habla de los celos pero trabajamos de manera celosa en nuestras instituciones, aislados no sólo de otras universidades sino que los de Educación no saben que están estudiando los de Administración, por ejemplo. Los investigadores hablan de trabajar en proyectos multidisciplinarios, pero las mismas ciencias han parcelado el conocimiento, entonces a los economistas no les importa lo que hacen los administradores, aunque estén trabajando en lo mismo”.
Sobre la anterior manifestación la profesora Rosa Isela explica: “la pregunta que se hacen los que trabajan en ciencias sociales es por qué una persona hace lo que hace. Probablemente los pedagogos se pregunten por qué y cómo las personas aprenden, y el administrador estudia por qué las personas aceptan X sistemas productivos y rechazan otros. Pues de eso se trata, deberíamos imaginar cómo borrar las fronteras del conocimiento que tardamos varios siglos en construir y derrumbar el prejuicio de imaginar que podíamos hacer observación sin observar”.