“Los líderes deben prepararse en el conocimiento de la gestión del riesgo de desastres y las personas deben seguir sus recomendaciones”, María Inés Cardona, docente de la Escuela de Posgrados
María Inés Cardona Franco es la docente del módulo “Preparación y ejecución para la respuesta a emergencias y la recuperación” de la especialización en Gestión Integral del Riesgo de Desastres de la Escuela de Posgrados de la Uniautónoma del Cauca, un curso donde se estudia principalmente el Proceso de Manejo de Desastres que hace parte de los procesos para la gestión del riesgo de desastres; es Médico Veterinario de la Universidad de Antioquia con especialización en Gerencia de Proyectos de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Siempre le gustó trabajar con y para la gente, así que en 1985 se vinculó a la Cruz Roja Colombiana, entidad donde fortaleció esa perspectiva de la gestión de los riesgos y atención de desastres.
“La gestión del riesgo de desastres contempla tres grandes procesos: el proceso de ‘Conocimiento’, el proceso de ‘Reducción’ y el proceso de ‘Manejo de Desastres, el que estudiamos en el módulo. Este comprende las acciones de preparación e implementación de planes en caso que un riesgo se manifieste o haya una emergencia o desastre, y trabaja la interrelación que hay entre el proceso de conocimiento y reducción implementados en el momento que se atienden las emergencias, relacionado con asuntos de recuperación de desastres”, explicó la profesora.
Para ella es importante inculcar el trabajo con ética y valores en función del servicio a las comunidades y la reducción del riesgo de desastres, y anota que las actividades preventivas son fundamentales porque los costos de atención de emergencias superan en 5 y hasta 7 veces todo lo relacionado con actividades de conocimiento y reducción del riesgo de desastres.
“Si estamos preparados para una eventualidad los impactos no serán tan fuertes. Debemos identificar los riesgos que tenemos alrededor, saber qué nos puede generar un problema y cuáles son las amenazas de vivir cerca de una montaña deforestada o una quebrada. También hay que planear para estar listos y poder enfrentar las situaciones y pensar qué actividades se pueden hacer para reducir el impacto de las situaciones adversas. Las personas se deben preparar, luego preparan a sus familias y luego se preparan en comunidad, así se fortalecen los canales de asociación y se trabaja el tema de la solidaridad. Los líderes se deben preparar en el conocimiento de la gestión del riesgo de desastres y las personas deben seguir las recomendaciones de los líderes, encargados no sólo de orientar a la comunidad sino de transmitir la información que dan las autoridades locales y organismos de Socorro. También se debe evitar la proliferación de mensajes de texto y mensajes en redes sociales con noticias sin confirmar, sólo se deben atender las fuentes oficiales, siempre acreditadas con el nombre de la entidad y la persona o dependencia que la emite”, concluye.