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"Mejorarse también es una empresa. Cuando un profesor diseña una nueva metodología de clases está siendo empresario", Rodrigo Varela en la Uniautónoma

Foto: Rodrigo Varela Villegas

Rodrigo Varela Villegas, director del Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial de la Universidad Icesi, fue de los ponentes principales del II Encuentro Binacional de Emprendimiento que se llevo a cabo la semana pasada en el marco de la Semana U de nuestra Uniautónoma del Cauca.

Ingeniero químico de la Universidad del Valle, maestro en Ingeniería Química y Refinamiento de Petróleos y doctor en la misma nominación de la Colorado School of Mines (USA), Villegas es docente hace más de 50 años (en 1969 empezó a dictar clases, en la Univalle) y hasta iniciar sus estudios de posgrado fue que se acercó al área de Ingeniería Económica y Evaluación de Proyectos

“Es curioso que en los planteles educativos no dicten clases de Emprendimiento. Existen prejuicios sobre lo que significa Emprendimiento y lo que es Empresa, y esos prejuicios bloquean sustancialmente el proceso. La gente piensa que todo lo que tiene que ver con Empresa es un tema del área administrativa, económica o ingenieril, pero no se dan cuenta que casi todo lo que funciona en las sociedades son empresas. Se debe educar sobre el Emprendimiento y por qué es importante aplicarlo, por qué es importante tener empresa, por qué es importante ser innovador y lograr que estas personas se opongan tan radicalmente a la introducción de estas ideas”, afirma.

Después de graduarse como doctor regresó a Colombia y trabajó durante un tiempo en la Universidad Técnica de Santander y luego en la Univalle, donde fundó y dirigió el Plan de Ingeniería Industrial, fue coordinador académico y luego director de planeación del programa de Desarrollo Industrial y Ciudades Intermedias, unas oportunidades que le cambiaron completamente el horizonte profesional, que se terminó de forjar con varios viajes de estudio alrededor del mundo para observar cómo se formaban los empresarios… hasta que fundó el Centro de Desarrollo del Espíritu Empresarial, donde se dedica a formar empresarios, desarrollando su mentalidad empresarial.

“No nos enseñaron a ser empresarios. Mire, hace 20 años los deportistas colombianos no se ganaban una medalla olímpica; lloramos cuando Ximena Restrepo se ganó una de bronce. Ahora esperamos que nuestros deportistas ganen varias por competencia ¿Por qué? ¿Cambiamos los colombianos? No, es porque nos dedicamos a formar deportistas, creamos los mecanismos y los estímulos para formar deportistas, y se puso la plata para formarlos, por esos ganamos en Olímpicos, en Bolivarianos o Centroamericanos. Pero si nunca hemos hecho el esfuerzo por formar empresarios no podemos esperar tenerlos. Si hacemos el esfuerzo nos tomará 15 o 20 años de trabajo para tener frutos, como en el ciclismo colombiano, que salen todos los años tres o cuatro muchachos buenos, por Cochise, por Ramón Hoyos, Niño, Soler, Nairo... hay mecanismos de apoyo y hay escuelas de formación de ciclistas. Y eso debemos aprenderlo”.

En su charla con docentes, estudiantes y líderes de pequeñas y medianas empresas de Popayán, el profesor Villegas dejó claro que crear empresa en cualquier parte del mundo no es fácil o difícil sino complejo, porque en el lugar que sea deben coincidir una serie de factores personales con otros estructurales, y enfrentar condiciones de entorno que muchas veces no son las más favorables: “la realidad es que hay un buen número de personas en todo el mundo que acometen procesos de crear empresa. En Colombia ese número es casi el 16% de los adultos, según el estudio GEM, pero la cifra baja al 6% cuando quedan los que más o menos sobreviven los primeros tres años y medio, y queda otro 6%, que son los que tienen empresas establecidas. De manera que, como en todos los procesos, hay algunos que son más aptos, hay quienes encuentran mejores opciones y hay otros a los que les queda muy difícil hacerlo”.

También señaló que se debe actuar como empresario y ser capaz de identificar permanentemente oportunidades, estando alerta del entorno para aprovechar las opciones que hay y analizando soluciones con creatividad e innovación.

“Mejorarse también es una empresa y ser empresario no es crear un emporio económico gigante, sino saber actuar ante las dificultades: cuando un profesor diseña una nueva metodología de clases está siendo empresario. Nos hace falta visión empresarial, nos quedamos en el proceso extractivo, recogiendo el café del palo para vender las pepas, porque no pensamos que el negocio del café iba más allá: cuando salió la tienda Juan Valdez Starbucks llevaba kilómetros de ventaja. Llegamos de terceros o cuartos, y así pasa con muchos recursos porque seguimos siendo una economía extractiva: la mayoría de nuestro petróleo sale crudo y lo tenemos que comprar procesado, igual con el carbón, el níquel, las esmeraldas, el café, el limón, el oro, la papaya… no agregamos valor a nuestro patrimonio porque no tenemos una buena concepción empresarial y nos acostumbramos”.

Y cuando se le pregunta por qué en Colombia no hay garantías para emprender, el profesor no niega que hay muchas cosas que no funcionan y que hay problemas de inestabilidad jurídica, razón por la que en menos de dos o tres años se cambian las reglas de los Impuestos: “además tenemos debilidades educativas fuertes y una muy baja inversión en Ciencias, Desarrollo e Investigación, y tenemos muy poca capacidad innovadora porque nunca nos enseñaron Innovación. Se ha venido haciendo una apuesta muy grande para mejorar los sistemas de comunicaciones del país, pero, por ejemplo, las autopistas del 4G no funcionan: Popayán Pasto sigue siendo un trayecto muy largo, cuando después de cien años de tener esa carretera debiéramos tener una doble calzada de Cali a Pasto. Popayán tampoco tiene vía al mar, y desde Cali, que sí la tiene, el trayecto sigue siendo problemático... todas esas variables son circunstancias que hacen que la competitividad no sea buena en Colombia y los empresarios no tengan el resultado que quieren”.

A pesar de todo, y para terminar, asegura que no se deben tener tantos prejuicios frente a la industria extractiva y el país no puede negarse a disfrutar sus recursos, que esta es como cualquier otra industria en la que se pueden hacer procesos con niveles de seguridad y protección ambiental: “no se trata de negarse al oro, al níquel, al carbón, al petróleo o al fracking, sino de pensar bajo qué condiciones se puede garantizar la seguridad en el sistema de extracción utilizado, porque uno no puede negarse a usar sus propios recursos, porque son valiosos, y si los necesitas menos!  Se debe estar dispuesto a controlar estos procesos como se controlan en otros países, haciéndolo  bien y con cuidado, porque cualquier industria tiene problemas y contamina, como la ganadería, pero la gente no se opone tanto a la ganadería. Hay que trabajar con equilibrio y seguir estudiando nuevos procesos para extraer recursos y crear mecanismos de protección para evitar contaminar y afectar las aguas subterráneas”.

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