Uniautónomos aportan a la Paz de Colombia
Gracias a la gestión del Consultorio Jurídico -y el empeño de la Rectoría de la Uniautónoma del Cauca en trabajar en iniciativas sobre Paz y Posconflicto- hoy viajan a Bogotá los estudiantes Uniautónomos que participarán de Manos a la Paz, un proyecto que promueve el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en una alianza nacional que tiene con la Agencia Presidencial para el Posconflicto.
Jimmy Macías (de Ingeniería Ambiental) y Santiago Arroyo (de Administración de Empresas) trabajarán en el desarrollo de propuestas y proyectos para la construcción de la Paz en lugares donde el conflicto ha sido -aún- más fuerte, en el marco del ‘plan de respuesta rápida’, una estrategia del Gobierno Nacional -con ayuda de Cooperación Internacional- para llegar a los municipios donde se han presentado problemas de violencia en Colombia.
“Manos a la Paz apunta a un proceso de construcción de Paz por toda Colombia y ello implica una movilización social guiada por estudiantes próximos a graduarse, para que conozcan las dinámicas sociales, políticas y económicas en otros departamentos, y contribuyan al desarrollo local proponiendo temáticas y actividades de convivencia pacífica”, afirma Carlos Benavidez, coordinador del proyecto en el Cauca “trabajamos en lo denominado Paz Positiva, mediando para solucionar los conflictos que originan la violencia”.
Vale la pena recordar que a este proyecto pueden vincularse estudiantes de todas las carreras profesionales, pues trabajarán en áreas diversas: sobre pobreza y gobernabilidad, sobre alianzas territoriales para la paz, medio ambiente, desarrollo sostenible y fortalecimientos institucionales, sobre equidad de género y participación política de la mujer, sobre atención a víctimas, garantías de los derechos de los niños y de los adolescentes; otros implementarán procesos productivos de seguridad alimentaria y apoyarán plataformas juveniles y de grupos vulnerables, entre otros asuntos.
Mónica Salazar, tutora en este proyecto del PNUD, anota que el estudiante en formación debe afianzar sus procesos de práctica para ganar experiencia, y al finalizar la universidad tenga herramientas y experiencias de vida que lo haga más competitivo en el campo profesional: “al visitar, vivir y convivir en los territorios del conflicto los estudiantes encuentran otras realidades, eso les permite ver diferentes aspectos de la cotidianidad, entonces dejan de enmarcarse en los sitios donde viven y aportan a la construcción del bienestar común al trabajar por las personas de otros municipios, mientras se transforman en conocedores de otros territorios, capaces de actuar como gestores sociales”.