“Hay que superar eso de que ‘lo que se aprende en la universidad no sirve para nada’”
Alejandro Felipe Sánchez Cerón, profesor de Fundamentos del Derecho Penal de la Escuela de Posgrados de la Uniautónoma del Cauca, se decidió por la docencia cuando se aburrió de los profesores que tuvo en pregrado; entonces el nariñense, ahora con 36 años y experiencia en ocho instituciones como docente, quiso cambiar las formas: “me gustaría hacer algo que no hicieron conmigo mientras trataban de enseñarme, así que no me hice profesor persiguiendo intereses económicos sino para pensar diferente”, asegura.
El profesor Sánchez es abogado y especialista en Derecho Administrativo de la Universidad de Nariño, y especialista en Instituciones Jurídico Procesales de la Universidad Nacional. Se hizo doctor en Derecho con su tesis ‘Acuerdos y Allanamientos a Partir del Descubrimiento Probatorio Anticipado’, documento que fue publicado por la Universidad Externado, de donde egresó. Actualmente cursa una maestría en Litigación Oral en la School of Law de San Diego.
Cuando se le pregunta cómo transmitir lo que sabe de otra forma, señala que en esta era todos podemos aportar conocimiento y que hay oportunidades para aprender en todas partes: “por internet encuentras miles de conferencias magistrales, por ejemplo. Entonces la idea no es que llegue alguien pretendiendo ser el que enseña, sino que llegue a compartir cosas que sabe, para que el estudiante se interese por aprender; hay fuentes de información por doquier y entre todos, discutiendo temas académicos, se aprende”.
Es enfático al afirmar que se deben optimizar los estilos de enseñanza, porque el estudiante también es capaz de enseñar miles de cosas: “aún no me puedo definir en un estilo, pero cada día intento ser responsable, sentir mi vocación y, sobre todo, pienso que los estudiantes tienen mucho potencial y deben ser motivados para que saquen lo mejor de ellos”, recuerda, anotando que la imagen que tiene de los estudiantes uniautónomos a los que les dictó clases el semestre pasado es muy buena, porque “estaban muy interesados y tenían altas expectativas”.
Su estrategia docente es demostrar a los estudiantes que las temáticas que estudian sirven para la vida y que afuera, en la cotidianidad, se hacen prácticas: “si se les da herramientas útiles superarán eso de que “lo que se aprende en la universidad no sirve para nada”. Si los estudiantes no sienten que después de especializarse son mejores, entonces perdieron, pues se estudia para sentir que se tiene un plus”.
Sobre los que piensan a los abogados como pícaros y corruptos, el profesor Sánchez subrayó que para ser pícaro no es necesario ser abogado y los que estudian derecho y viven de hacer mañas no deben considerarse abogados: “el verdadero abogado es talentoso porque es disciplinado y tiene técnica, y todos los días se esfuerza para aprender. Los demás tramposos no lo son… es que para arreglar procesos no se necesita estudiar Derecho”, dijo.